La cadena productiva de vid, vino y singani en Tarija atraviesa un momento clave. Según José Sánchez, representante del sector, el mercado demanda más de lo que actualmente se produce, y existe una oportunidad de expandirse al mercado de Estados Unidos, donde ya hay interés por el singani boliviano. Sánchez señaló que la producción anual de singani varía entre 8 y 12 millones de litros, a veces absorbida totalmente por el consumo interno, mientras que el vino, con producción menor pero alta demanda nacional, obliga a incrementar la capacidad productiva.

El sector solicita al Estado apoyo financiero para aumentar la producción agrícola, especialmente de uva, y ampliar la superficie cultivada entre 3.000 y 5.000 hectáreas. Sánchez aclaró que no se trata de dinero inmediato, sino de financiamiento para cubrir al menos el 50% del requerimiento agrícola, beneficiando a 12.000 a 15.000 productores y asegurando el crecimiento de la cadena productiva.
El representante destacó que la vitivinicultura y el singani son pilares de la economía tarijeña, capaces de triplicar sus ingresos si se potencia adecuadamente, y que la inversión estatal también redundaría en mayor recaudación fiscal. Por ello, insistió en la necesidad de leyes y fideicomisos que garanticen recursos para el sector y permitan aprovechar la “oportunidad de oro” que representa la exportación a EE. UU.

