El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, señaló que el trópico de Cochabamba, el departamento del Beni y la ciudad de Santa Cruz de la Sierra concentran la mayor parte de la criminalidad violenta en Bolivia, con numerosos asesinatos vinculados a ajustes de cuentas y actividades de narcotráfico. Desde enero de este año, estas regiones han registrado varios hechos de violencia que reflejan un aumento preocupante en los índices delictivos.
En Cochabamba, un hecho destacado ocurrió el 12 de enero en Entre Ríos, donde una familia fue atacada a balazos, perdiendo la vida una niña de cinco años. La Policía detuvo posteriormente a varios sospechosos relacionados con mafias de narcotráfico. Por su parte, en Beni, los homicidios vinculados a conflictos delictivos han ido en aumento, afectando tanto a municipios como a comunidades rurales.
Santa Cruz también ha experimentado una escalada de violencia, con ocho homicidios registrados hasta la fecha, incluyendo un triple asesinato de ciudadanos extranjeros en agosto en el barrio Petrolero Norte, presuntamente relacionado con redes de crimen organizado internacional. Casos de secuestros, torturas y ejecuciones violentas han generado alarma, y las autoridades insisten en la necesidad de acciones conjuntas entre la Policía y la sociedad para reducir estos delitos y proteger a la población.