El presidente electo Rodrigo Paz informó que su próximo gobierno permitirá el regreso de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) a Bolivia. Explicó que la medida busca fortalecer la cooperación internacional para enfrentar el narcotráfico, un problema que según afirmó ha penetrado las instituciones del Estado. Paz señaló que el país no puede continuar combatiendo este delito de manera aislada y que su administración trabajará con todos los organismos dispuestos a contribuir en la recuperación del control territorial.

El anuncio marca un cambio importante en la política antidrogas nacional y pone fin a más de una década de ausencia de la DEA en Bolivia. La decisión ya provocó diversas reacciones en el escenario político y social, donde se debate si esta presencia extranjera representará una alianza estratégica o una forma de supervisión sobre las acciones del nuevo gobierno.

