El gobierno del presidente Rodrigo Paz informó que no aplicará medidas de choque para eliminar la subvención a los carburantes ni para frenar la posible devaluación del boliviano en el corto plazo, y que los ajustes se implementarán de forma gradual durante 2026 para proteger a los sectores más vulnerables. Según el ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, la estrategia se centra en estabilizar la economía y generar confianza en el mercado externo, manteniendo acciones como la eliminación de cuatro impuestos para atraer inversiones, el control del contrabando de combustibles y la fiscalización de entidades estatales.

Además, el Gobierno planea reformular el proyecto de ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2026 para reducir el gasto corriente hasta en un 30%, fortalecer las Reservas Internacionales y permitir a los ciudadanos disponer de sus ahorros en dólares en un plazo de seis a nueve meses, proyectando la estabilización económica para el tercer trimestre de 2026. Expertos señalan que los ajustes al PGE podrían realizarse incluso antes de febrero, con el fin de controlar el elevado gasto corriente que actualmente representa el 64% del presupuesto consolidado de más de Bs 298.000.000.000.

