El sector campesino de Tarija ha solicitado un incremento en el monto del PROSOL, actualmente fijado en 2.250 bolivianos por familia productora. Los productores argumentan que, en años anteriores, el beneficio alcanzaba los 6.000 bolivianos, pero sufrió una reducción significativa.
Herbert Quispe, dirigente campesino, manifestó que su sector rechaza cualquier nuevo ajuste a la baja y exige un aumento del monto asignado al PROSOL. Según Quispe, el incremento es necesario debido a la crisis económica que afecta a los productores rurales y a la pérdida de poder adquisitivo en la compra de insumos.
Ante la negativa a nuevas reducciones, los campesinos han advertido que, de no ser atendidos por el gobernador de Tarija, llevarán a cabo medidas de presión, incluyendo bloqueos de caminos. El PROSOL, programa clave para el desarrollo productivo, genera tensiones entre el Gobierno Departamental y el sector campesino, por lo que se esperan negociaciones en los próximos días para evitar conflictos.