Durante una inspección de seguridad en la cárcel de Morros Blancos, el personal penitenciario detectó dos botellones de agua que contenían en su interior un total de 40 litros de alcohol. La incautación se llevó a cabo como parte de los controles preventivos dentro del recinto carcelario.
El hallazgo se realizó tras una revisión exhaustiva del área, con el objetivo de evitar el ingreso de sustancias prohibidas que puedan generar incidentes dentro del penal. El decomiso de estos líquidos impidió su distribución entre los internos, medida que busca reducir riesgos asociados al consumo de alcohol en el centro penitenciario.
Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar cómo ingresó el alcohol a la cárcel y quiénes estarían involucrados en su intento de distribución. La dirección del penal ha reforzado los controles para prevenir este tipo de situaciones y garantizar la seguridad de reclusos y personal de custodia.