

El miércoles pasado, una avioneta que cubría la ruta Baures-Trinidad sufrió una falla en el motor y tuvo que realizar un aterrizaje forzoso en una zona inhóspita del Beni. Los cinco ocupantes, entre ellos el piloto y cuatro pasajeros, pasaron una noche de angustia en medio de vegetación densa y agua, sin acceso a agua potable y rodeados por caimanes y víboras. Durante este tiempo, se alimentaron con chivé y chocolate, llevados por una de las pasajeras, mientras esperaban ser rescatados.

La salvación llegó cuando, a la madrugada del viernes, los sobrevivientes lograron hacer contacto con unos pescadores que se encontraban a lo lejos. Estos, al escuchar sus gritos, se adentraron en la zona a bordo de canoas, abriéndose paso con dificultad entre el agua y la vegetación hasta llegar al lugar del accidente. El rescate fue filmado por uno de los pescadores, Milan Mancilla, quien expresó su agradecimiento por haber podido salvar a las personas necesitadas.
Después de ser rescatados, los ocupantes de la avioneta fueron transportados en canoas hasta un helicóptero de rescate, que los trasladó al aeropuerto de Trinidad. Allí, ambulancias los esperaban para llevarlos a centros médicos. El piloto y dos de los pasajeros fueron dados de alta el sábado y regresaron a sus hogares, mientras que el rescate se convirtió en un acto de valentía por parte de los pescadores en una zona de difícil acceso.