

En un hecho ocurrido en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, un policía mató a un perro de seis años de un disparo en la cabeza mientras se encontraba en plena vía pública. Según el agente, el animal intentó morderlo, pero testigos presenciales desmintieron esa versión, asegurando que el perro no representaba ningún peligro. El policía, quien estaba uniformado al momento del incidente, utilizó un arma registrada a nombre de su padre, a pesar de tener prohibido portar armas debido a una denuncia por violencia de género en 2024.

El caso ha generado una gran indignación entre la comunidad local. La dueña del perro, Belén, relató entre lágrimas que encontró a su mascota muerto y desangrándose en la vereda. Testigos señalaron que el policía mostraba un comportamiento errático, y algunos vecinos comentaron que parecía estar bajo los efectos de sustancias. Además, la hermana del policía agredió físicamente a Belén, causando heridas en su rostro.
La comunidad se ha organizado para exigir justicia, mientras la Fiscalía de Buenos Aires investiga el incidente. El policía enfrenta cargos por maltrato animal y portación ilegal de arma, y la Policía de la Ciudad evalúa iniciar un sumario interno. Los residentes también denunciaron la falta de acción de la Policía Bonaerense en el lugar.