

Rubén M. J., dirigente de los ayllus de la provincia Rafael Bustillo, fue enviado con detención preventiva al penal de San Pedro de Oruro, tras ser acusado de organizar los disturbios ocurridos en Llallagua entre el 10 y 11 de junio. La decisión fue tomada por el Juzgado de Instrucción Penal Primero del municipio, luego de que la Fiscalía presentara pruebas como testimonios, peritajes forenses y registros del lugar de los hechos.

El dirigente enfrenta cargos por destrucción o deterioro de bienes del Estado, lesiones graves y leves, y tentativa de homicidio. Según el fiscal departamental de Potosí, Gonzalo Aparicio, fue identificado por pobladores que fueron víctimas de los ataques.
Además, el caso involucra a cuatro menores de edad que permanecen aprehendidos en Potosí y serán sometidos a audiencias cautelares. Antes de la detención del dirigente, otras ocho personas fueron presentadas ante la justicia, entre ellas tres adolescentes y un adulto mayor, quien recibió detención domiciliaria por motivos de salud. Las investigaciones preliminares señalan que el grupo responsable utilizó piedras, hondas y dinamita para atacar instalaciones policiales y viviendas particulares.