El candidato presidencial boliviano Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), generó reacciones en Chile tras su propuesta de regularizar los vehículos indocumentados en Bolivia. Paz defendió su iniciativa como un mecanismo para legalizar autos “chutos” en el país, mencionando que millones de personas poseen este tipo de vehículos y que legalizarlos evitaría problemas legales para los ciudadanos.

Autoridades chilenas, incluido el ministro del Interior Álvaro Elizalde, señalaron que cualquier intento de legalizar bienes obtenidos mediante delitos podría constituir un incentivo para la comisión de ilícitos. La ministra vocera Camila Vallejo reafirmó la disposición de Chile de mantener relaciones con los países vecinos, aunque subrayó la necesidad de respetar el Estado de derecho y evitar incentivos para actividades ilegales.
Desde el Senado chileno, el presidente José Manuel Ossandón y otros legisladores cuestionaron declaraciones de Paz que involucraban a los Carabineros de Chile en el tráfico de autos. Ossandón solicitó explicaciones diplomáticas a Bolivia y advirtió que acusaciones sin pruebas afectan las relaciones regionales. Otros políticos, como Sebastián Huerta, expresaron que la legalización de vehículos robados podría tener repercusiones en acuerdos bilaterales como el visado del Mercosur.

