El 17 de marzo, la Fiscalía Departamental de Tarija emitió una nueva orden de aprehensión contra Evo Morales, la cual será ejecutada por la Policía Boliviana. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aseguró que «ni palitos, ni fortines» en el Trópico de Cochabamba impedirán que se cumpla con la orden. Del Castillo también afirmó que la presencia de colombianos en la región, supuestamente para proteger al exmandatario, busca generar un conflicto entre la población y la policía.
El ministro destacó que Morales está creando las condiciones para evitar su aprehensión, al afirmar que tiene apoyo de personas que lo protegen. Del Castillo subrayó que la verdadera preocupación no es la entrada de la policía a la región, sino la posibilidad de un incidente violento si la fuerza pública se retira de la zona.
La Fiscalía de Tarija confirmó la orden de aprehensión luego de que la defensa de Morales intentara levantar su declaratoria de rebeldía sin abonar la multa correspondiente. Morales, investigado por el presunto embarazo de una adolescente de 15 años en 2015, permanece atrincherado en la región de Lauca Ñ desde noviembre de 2024.